jueves, 17 de abril de 2008



RIGOR MORTIS.
LUZ
.
.

La cercanía de una mirada quizás pueda dar algún valor a la observación. Pero la mirada cercana obcecada deforma la realidad. Las miradas beligerantemente encontradas solo presagian tormentas y rayos cegadores. Las miradas dialogantes deben darse aire, distanciarse entre sí, para que no se entrelacen como nubarrones. Las miradas deben lanzarse desde la distancia para permitir los resquicios de luz.


Jakin Boaz.
.

No hay comentarios: